07 agosto 2013

Alas para volar




Hace poco escribí una cosa que, curiosamente, sólo al volver a leerla algo más tarde cobró sentido y me llegó a impactar.

De ahí un poco el nombre de este blog (bueno, hay otro referente más claro aún, cómo alguien se habrá dado cuenta ya…) y también el valor y la determinación como para empezar a escribirlo. Y de ahí muchas más cosas, cambios que llamaría fundamentales en cuanto a mi propia vida se refiere.  

Me he estado preguntando cosas. ¿Cómo me gustaría vivir la vida y quién me gustaría ser en esta película cuya protagonista soy yo, quiera o no? ¿Cuál es el papel que quiero ocupar y qué tipo de presencia tener en ella? En fin, ¿cómo quiero yo vivir? ¿Siendo feliz o infeliz? ¿Disfrutar, sentirme llena y satisfecha o hundirme por estupideces y dejar que cosas insignificantes me hagan venir abajo?

Creo que muchas veces somos infelices porque queremos serlo. Porque tenemos miedo a cambiar las cosas que nos impiden sentir felicidad y disfrutar de lo que la vida nos puede dar. Al menos veo que este ha sido mi caso. Y ahora que intento olvidar el miedo al fracaso y la negatividad, tratar que  no me aten los pies (ni las alas) esos dos pecados mortales, se me ocurren una infinidad de cosas que quiero - ¡y puedo! – realizar.

Esta es una sensación nueva para mí. ¡Y es embriagadora!
                                                                
Si alguien se pregunta qué fue lo que escribí para llegar a pensar en todo esto…

Es el miedo que nos ata las alas y cuando lo pierdes ¡puedes volar! Gracias por haberme dado las alas. Un día de estos las extenderé y me dejaré llevar por el corriente de aire.

Poco a poco voy viendo qué tal se me da esto de volar.



imagen: ni idea, lo siento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario