28 agosto 2016

Volver a volar


Dicen que los ojos son el espejo del alma. En mi caso no creo que sea cierto eso. Son más bien las palabras que escribo que abren pequeñas grietas en mi pecho y mi ser se aclara.

Tantas veces me dices que no sabes lo que me pasa por la cabeza. Que hay un muro impenetrable que no deja entrar a nadie dentro. Pero verás que cuando escribo, dejo una puerta entreabierta y si pasas por ella, encontrarás miedo, confusión e inseguridad. Lo de fuera es toda una construcción frágil que por nada se viene abajo.

Pero eso ya lo sabes porque has visto lo que hay, y aun así me sigues queriendo. A pesar de todas las imperfecciones, riñas, los momentos duros y difíciles, sigues a mi lado. Y yo te quiero por eso, igual que te quiero por tu sinceridad, tu bondad infinita y tu rigidez moral y política. Por todas las cosas que me has enseñado. Cómo se es brillante sin ser arrogante. Empatía y compasión. Respeto. Trabajar sin descansar para superarse siempre. Vivir y morir por y para el arte.

Espero que esto sólo sea el inicio de un largo viaje. Ojalá pueda iluminar tu camino como tú has iluminado el mío.

Porque tú, mi querido compañero, has encendido la luz en mi corazón. 


imagen: via Pinterest, guardado desde darksilenceinsuburbia.tumblr.com 

19 febrero 2014

El viento se la llevó





















Llevo un tiempo deseando que un golpe de aire me levante y que me lleve a un recoveco escondido, imposible de localizar.


Ese sitio tendría proximidad inmediata de olas, fuertes y saladas, y el único que hablaría en voz alta sería el mismo mar. Todas las conversaciones serían susurradas suavemente, mientras las manos comunicarían lo suyo rozando con ternura.  La prontitud no existiría, todo avanzaría lento y perezoso como los bostezos de un gato. Los movimientos serían tardos y la acción pausada. Los días pasarían quietos y dulces.

Llévame viento, dame tregua de toda esta confusión y premura. Llévame a un sitio donde pueda concentrarme en respirar y amar. A un sitio donde pensar, leer y escribir se puedan hacer sin ningún esfuerzo.  Llévame viento. Dame tregua.



imagen: inside the whisper // jeane myers

16 enero 2014

Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos




















Hoy dejaré que hable Charles Dickens por mí:

“Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero nada teníamos; íbamos directamente al cielo y nos extraviábamos en el camino opuesto. " 


Nada más que añadir esta vez, queridos lectores.



imagen: you are the universe // jessica smalley

12 enero 2014

Bésame mucho



¡Cómo me gusta empezar un año nuevo! Esto de poder hacer borrón y cuenta nueva me causa sensación de mucha libertad y exaltación del ánimo. Y este año siento que están buenas cosas esperándome, acontecimientos de tonalidades muy favorables que sólo tengo que descubrir. Así que mantendré los ojos muy abiertos para no perder ni una pizca de felicidad.



Haciendo una pequeña revisión del año pasado he de confirmar que ha sido uno de los mejores hasta ahora. Para nada de los más fáciles pero eso qué importancia tiene. Lo fácil es tan aburrido, digo yo. Así que entre lágrimas y corazones rotos he descubierto cosas de mucha importancia. También he podido experimentar muchos momentos intensos que guardo en el pequeño compartimiento de los recuerdos bonitos de mi alma. Durante el año pasado me he ido aproximando un poquito más a lo que quiero ser como mujer, escritora, amiga, hija y novia y este año seguiré tratando de arrimarme a la meta.



Si tuviera que reducir a unas frases precisas lo esencial que me ha enseñado la vida durante los meses pasados, diría:



Deshacerse de todo lo innecesario, mental y material, y vivir cada instante como si fuera único e irrepetible.


Dejarse llevar por lo inesperado.


Quererse mucho.


Nunca menospreciar la importancia de los besos, acaricias y palabras bonitas.


Ser incondicional en el amor y en la vida.



Con esto les deseo un maravilloso comienzo del año nuevo, mis queridos lectores. ¡Espero que sean muy felices!



imagen: no sabemos, desolée.

05 diciembre 2013

Peso pluma















Hay momentos concretos que son como diamantes. Por un transcurso de minutos absolutamente todo está perfecto, en paz, en harmonía, todos los elementos de la escena en una disposición perfectamente equilibrada.

Esta mañana he vivido un momento así.

Bajando por la escalera mecánica de la estación de metro he escuchado al tío de todos los días tocando al nocturno Op. 9 No 2 de Chopin con su piano electrónico  y, como por arte de magia, todo el universo se ha puesto a cámara lenta. Durante los cuatro minutos de espera del tren sólo he visto entidades perfectas, en el sitio en que el sistema cósmico haya querido que estuvieran en ese mismo momento. Respirando paz y organización, todo siendo como debería ser, como tuvo que ser desde el principio de los tiempos.

Momentos así suelen ser de muy corta duración. Pero si se está muy atento, durante lo poco que duran, se puede ver reflejada toda la belleza que puede tener la vida humana: hasta lo más banal, común e insustancial llega a tener una organización, arreglo y orden. Una belleza inmensa que la mayoría de la gente se la pierde. Pero que está ahí, al alcance de cualquiera.

Basta con dejar que se te manifieste.



imagen: lika kalandadze - ¡de UNA PUTA VEZ podemos compartir este dato, yujú! 

01 diciembre 2013

Ola ke ase


























He podido constatar que escribir algo borracha hasta ayuda. Hoy vamos a ver qué tal se nos da con un poco de fiebre.

Muchas cosas han pasado desde el último post, queridos lectores. Mucho tiempo también, lo reconozco. ¡Pero que el último mes no he parado ni un minuto! Y ese momento que me he parado un rato me he quedado dormida por agotamiento. La verdad es que he echado mucho de menos este espacio. Aquí me siento tranquila y relajada, esto es como una especie de yoga mental para mí.

Hace tiempo escribí sobre el miedo de cambiar las cosas que nos impiden sentir felicidad y disfrutar de lo que la vida nos puede dar. A la luz de todo lo que ha estado ocurriendo últimamente en mi vida puedo confirmarles, queridos lectores, que las cosas increíbles y maravillosas empiezan a pasar en el momento en que nos dejamos el miedo atrás y dejamos que la vida nos lleve. Además, la energía positiva es como un imán: tiende siempre a juntarse con su misma cualidad así aumentando el total de su cuantidad. Cuidado con lo que deseas, dicen. Estoy totalmente de acuerdo porque sin querer, puede que todo lo que deseas se haga verdad…


Los días por llegar seguiré teniendo bastantes cosas que hacer. Pero me siento muy afortunada porque la mayoría, por no decir todas, son de mi agrado, cosas que he deseado obtener. Luego está el hombre barbudo éste con quien trato de olvidar el mismo miedo antes mencionado y dejar que nos hagamos felices una al otro. Son muchas tareas para los siguientes días, como pueden ver.



imagen: ni puñetera idea.

06 noviembre 2013

Nocturna





















Esta semana nos vamos despidiendo de la vida nocturna. Y con eso me refiero a estas noches largas y silenciosas que he tenido para leer y escribir, las horas tardías de soledad agradable, los momentos de silencio y sosiego. La semana que viene volveremos a un ritmo de vida menos bohemio y nos juntaremos a las grandes masas medio dormidas que pululan en el metro por la mañana.

Este cambio de horario no estará mal del todo dado que, queramos o no, la sociedad funciona por las necesidades de la mayoría. Quien se acueste a las seis de la mañana y se despierte a las cuatro de la tarde queda un poco a la margen, es así. Y la luz solar… los de mi especie no la aprovechamos lo mucho que podríamos, lo que quizá deberíamos. Tampoco podemos disfrutar de la viva alegría que siente la mayoría al terminar la semana de trabajo, por ejemplo. De hecho, una de las cosas más agradables que supondrá este cambio es ser una más, pertenecer a las grandes masas y a todas sus manifestaciones correspondientes. Echaré de menos mi posición privilegiada en cuanto a la libertad de horario se refiere pero daré una cálida bienvenida a una nueva vida más rutinaria. ¡Quién lo iba a decir pero que hasta de la libertad se puede cansar una!  

Para quien esto suene a que empiece a trabajar en una mina o parecido le avisamos que toda esta vuelta a la vida rutinaria no es más que tener la gran suerte de poder empezar a hacer algo que realmente me guste y que me satisfaga. Tener que sacrificar las noches por ello parece un precio más que razonable.

Las musas nocturnas se cambiarán por los rayos de sol, de momento. ¡Y qué ganas tengo, oigan!



imagen: ni idea, como de costumbre.